El Rey Carlos I consigue las bulas necesarias para enajenar bienes de las Ordenes Religiosas Militares y vende, en 1541, la Villa de Pastrana con los lugares de Escopete y Sayatón a Doña Ana de la Cerda, condesa de Mélito y viuda de Don Diego Hurtado de Mendoza. Es esta primera Señora de Pastrana la que comienza la construcción del conocido Palacio Ducal. Muerta Doña Ana, pasa el señorío a sus hijos D. Gaspar Gastón y D. Baltasar Gastón, los cuales venden estas propiedades en 1569 a los Príncipes de Éboli, Ruy Gómez de Silva, consejero, valido y amigo personal de Felipe II y la célebre Doña Ana de Mendoza y de la Cerda. Posteriormente estos obtienen del Rey el título de Duques de Pastrana.Con los primeros Duques, llega para Pastrana su época de gran esplendor…
Visitamos la Colegiata y la cripta guiados por Eduardo, excelente guía. ¡Gracias!