Ludicum

Ocio activo para gente como Tu

¿ En qué consiste la Terapia Familiar Sistémica ( TFS) ?

circularidad

 

Desde el punto de vista sistémico,  la familia se puede concebir como un sistema abierto organizacionalmente, separado del exterior por sus fronteras y estructuralmente compuesto por subsistemas demarcados por límites con diferentes grados de permeabilidad y con diversas formas de jerarquización interna entre ellos. Los miembros del sistema familiar organizan y regulan su interacción mediante procesos comunicativos , que definen relaciones de simetría y/o complementariedad. Dicha organización se caracteriza por las propiedades de totalidad o no sumatividad, por patrones de circularidad, y por el principio de equifinalidad. El sistema familiar mantiene su organización mediante procesos homeostáticos (que son resistentes al cambio y hacen que el síntoma o la patología perduren), y la altera mediante procesos morfogenéticos, que son los que producen los cambios y por tanto la mejora del sistema.

La Intervención Sistémica:

De lo Intrapsíquico a lo Interpersonal y del Porqué al Cómo

De nuevo resulta imposible sintetizar la enorme complejidad y diversidad técnica de las intervenciones sistémicas en unos cuantos párrafos; es por ello que hemos optado por centrarnos en dos de los focos de interés que distinguen a la TFS de otras terapias—particularmente de aquéllas que incorporan formas de explicación casi exclusivamente intrapsíquicas ( cognitivo- conductual) . Estos  dos focos proceden de los planteamientos originales de Bateson (1972) y se han incorporado (en mayor o menor medida) a la práctica totalidad de orientaciones de la terapia sistémica.

El primero de los focos a los que hacíamos referencia es la consideración batesoniana de la mente no como producto de un sistema nervioso contenido en un organismo, sino como conjunto de pautas de organización y autorregulación de cualquier sistema. En este sentido, la mente no es ni mucho menos inmanente al individuo, sino un proceso distribuido social y ecológicamente. Según el famoso ejemplo de Bateson (1972):

Consideremos un hombre que derriba un árbol con un hacha. Cada golpe del hacha es modificado o corregido de acuerdo con la hendidura que ha dejado el golpe anterior. Este proceso autocorrectivo (es decir, mental) es llevado a cabo por un sistema total árbol-ojos-cerebro-músculo-hacha-golpe-árbol, y este sistema total es el que tiene características de mente inmanente.

La aplicación más directa e innovadora de este principio epistemológico a la terapia familiar consistió en desplazar el interés de las teorías psicológicas tradicionales (inspiradas todas ellas en una visión autocontenida del psiquismo humano) del individuo al sistema; de lo intrapsíquico a lo interpersonal. El foco de la intervención sistémica, tanto si en la sesión está presente toda la familia como si sólo se cita a un miembro, ya no es el individuo como supuesta «fuente» de la patología, sino las características de la organización del sistema en el que el motivo de demanda tiene sentido. Es decir, qué significado tiene el síntoma o la patología en ese sistema, por qué se mantiene.

Esta visión de la mente como proceso socialmente distribuido, junto con el interés terapéutico por las pautas que conectan las interacciones del sistema familiar, distinguen a la TFS de otras terapias familiares (p.e. las de orientación cognitivo/racionalista) en las que, cuando se analiza la acción del terapeuta, queda claro que la presencia del resto de miembros del sistema familiar sólo sirve como «apoyo» al tratamiento del paciente identificado. Este resulta un aspecto fundamental de la intervención en TFS, puesto que toda acción terapéutica que no se interese por las pautas de interacción no debería considerarse sistémica dado que se limita a un intento de hacer terapia individual en presencia de otros miembros de la familia. La terapia sistémica evitar las descripciones del motivo de demanda basadas en atribuciones de causalidad lineal (del estilo de «el problema de esta familia es que la madre es demasiado estricta con su hija»). Nótese que basar la terapia en un planteamiento así implica intentar modificar la conducta de un solo miembro del sistema como si dicha conducta no estuviera conectada con la de los demás. Lo más probable es que la actitud de la madre sea un mensaje para algún otro miembro de la familia y, a su vez, una respuesta a los mensajes que recibe de ellos. En este sentido, el intento de modificar una situación circular de forma lineal puede incluso resultar contraproducente, dado que el terapeuta no tiene en cuenta cómo podría afectar su acción a niveles ecosistémicos de mayor complejidad.

El segundo foco de interés al que hacíamos referencia es la consideración batesoniana de la interacción como fuente de información, y por tanto como forma de comunicación. Esta noción llevó históricamente a la TFS a desvincularse de aquéllas teorías psicológicas que, en los años 50-60, seguían postulando explicaciones exclusivas del psiquismo humano. En su aplicación a la práctica clínica, esta concepción comunicativa condujo a la TFS a desinteresarse por las explicaciones causales y centrarse en la pragmática de la interacción familiar—un salto cualitativo del porqué al cómo. Si bien asistimos últimamente a una recuperación del interés por las «teorías del problema» de los miembros de la familia en TFS en general se ha privilegiado durante años la cuestión de «¿quién hace qué a quién cuándo?»

El objetivo último de tal pregunta es llegar a la formulación de una hipótesis sistémica sobre el problema de la familia; hipótesis que debe conectar la conducta de cada miembro con la de todos los demás. El foco de la intervención sistémica será, consecuentemente, un intento de introducir un cambio significativo en la interacción familiar que haga innecesaria la manifestación sintomática del paciente identificado. Es decir que la familia adopte nuevas formas de comunicarse en las que ya no sea necesario que esa manisfestación patólogica ( síntoma).

Investigación de Resultados y Procesos en TFS:

El Estado de la Cuestión

En su revisión del modelo sistémico aplicado a la terapia familiar, Feixas y Miró (1993) lamentan que históricamente se haya producido un cierto divorcio entre investigación y práctica psicoterapéutica. A pesar de los buenos propósitos iniciales, este divorcio es característico de muchas otras formas de psicoterapia (para una revisión actualizada de los principales hallazgos de la investigación de resultados en psicoterapia véase Botella y Feixas, 1994). Sin embargo, ello no es óbice para que dispongamos de investigaciones de calidad referentes al resultado (es decir, la eficacia) y al proceso terapéutico en TFS.

Como es característico de la investigación sobre los principales modelos psicoterapéuticos, la eficacia global del modelo sistémico se considera probada. Los estudios metaanalíticos realizados hasta la fecha (Hazelrigg et al., 1987; Markus et al., 1990; Shadish et al., 1993) demuestran que las familias tratadas con terapia familiar mejoran más que el 67% de las no tratadas. Este tamaño del efecto es compatible (si bien menor, debido probablemente al menor número de estudios) con el resultado de estudios metaanalíticos sobre la eficacia de la psicoterapia en general, que indica que un 80% de los clientes tratados con psicoterapia mejoran más que los no tratados (Lambert, 1986). Como es también habitual en la investigación sobre la eficacia genérica de la psicoterapia, ningún modelo de TFS ha demostrado una eficacia diferencial general superior a los otros.

La investigación de resultados en TFS se centra actualmente en la cuestión de qué tipo de intervenciones familiares funcionan mejor con qué tipo de problemas clínicos y en qué condiciones. La investigación de procesos, por su parte, se centra en intentar elucidar qué es terapéutico en la TFS, y cómo se relaciona el proceso de cambio con el resultado de la terapia.

En el enlace que os dejo a continuación podréis escuchar en nuestro programa de radio » Otras voces, muchos ecos»  la intervención de María Jesús Nieto. Reputada terapeuta familiar de formación sistémica y profesora en la UCM del master de Familia y pareja para profesionales de la Salud.

http://www.ivoox.com/27-02-2014-cvb-otras-voces-muchos-ecos-terapia-audios-mp3_rf_2878091_1.html

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Información

Esta entrada fue publicada el marzo 5, 2014 por en Actualidad, Crecimiento personal, Cultural, Ludicum.

Ludicum

669 283 866- 615 535 305
Follow Ludicum on WordPress.com
marzo 2014
L M X J V S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930
31  

Eventos próximos

Sin eventos próximos

Introduce tu dirección de correo electrónico para seguir este Blog y recibir las notificaciones de las nuevas publicaciones en tu buzón de correo electrónico.

Únete a otros 6.912 suscriptores

Sígueme en Twitter

A %d blogueros les gusta esto: