No te has ido Mandela, porque los grandes como tú no se van nunca. Estás y estarás tan dentro de nosotros, de nuestra evolución como personas que jamás podrás irte del todo. Contigo se ha ido si acaso, un enorme ser humano, pero nos has dejado al ídolo, al maestro eterno.
Tenías que irte, como nos iremos todos, dolorido pero jamás agotado. Te robaron 27 años de vida y tú les regalaste tu vida entera. Nunca un corazón fue tan fuerte, jamás un alma tan incorruptible.
Desde la ignorancia que nos da a muchos la acomodada vida occidental te admiramos. Admiramos tu historia desde la distancia, sin saber muy bien a qué te enfrentaste, queriendo adivinar sólo un atisbo de tu lucha, de una lucha que para muchos queda lejana, casi olvidada, pero que ha marcado la diferencia entre el bien y el mal, entre lo admisible y lo detestable. Una lucha que el ser Humano lleva ejercitando muchos años, y tú Madiba, ganaste la batalla más importante y te lo debemos.
La vida no te trató bien Madiba, es lo que hace con los grandes héroes. Como si tuvieseis tanta fuerza para soportarlo todo, la cárcel, la muerte de una esposa, de varios hijos y hasta de una nieta. A todo esto has sobrevivido, hasta que, al final te has ido con ellos.
Aquí te queda lo mejor que puedes dejar. La huella indeleble de tu lucha. El respeto eterno de todos nosotros. Hasta siempre Madiba.